sábado, 16 de octubre de 2010

Diario de Rorscharch


Mírame a la cara y dime qué ves. No te de miedo contestar, no tengas escrúpulos de responder la verdad. Acaso ves tú lado oscuro, ese que guardamos en el más olvidado rincón de nuestra mente. Esa sombra que cada uno arrastra, intentando ocultarla. Esa parte irracional, esos pensamientos que te corroen por dentro, que intentas ahogar en lo más profundo de tu conciencia. Los monstruos no se esconden en los armarios, no habitan debajo de la cama, no acechan en la oscuridad. Los monstruos sonríen y te preguntan por tu familia, comentan el partido del domingo, te dejan pasar en la cola del super. Todos llevamos un monstruo dentro.
Mírame a la cara y dime qué ves. No te de miedo contestar. Nos escondemos debajo de capas y capas de razón y conocimiento. Pero rasga una capa y te encontraras con la bestia en su cueva. La civilización durante siglos y siglos ha intentado sojuzgar nuestra parte animal pero hay sigue acechando esperando la mínima oportunidad para salir. Leyes, religión, sociedad, familia... puertas, cerraduras, muros, candados para ocultar la realidad.
Mírame a la cara y dime qué ves. No te miedo contestar. No evites la mirada. Mira fijamente. ¿Puedes soportar el reflejo de un espejo durante mucho tiempo? Clavando la pupila en la pupila de la imagen reflejada podrás verlo en el interior, luchando por salir, por tomar el control. Entonces apartas la mirada y por un momento sientes miedo, ríes sobre lo absurdo de tus pensamientos pero sabes que esta ahí. Esperando una oportunidad para escapar. La humanidad es una fachada de cartón piedra.
Mírame a la cara y dime qué ves. No te de miedo contestar. Ves negro sobre blanco. Ves manchas sin forma alguna. Pero si te fijas bien lo amorfo va tomando forma y entonces ves lo que hierve dentro de ti, demonios, cuerpos sanguinoleantes, amantes concupiscentes y temes a esa parte de ti, a la parte del iceberg que se oculta debajo de las aguas de lo conciente.
Yo soy Rorschach y yo no tengo miedo. Yo me hice una nueva cara con la que poder mirarme al espejo. Soy peor que tus pesadillas porque yo estuve en la fuente de donde nacen y bebí de ella.
Queremos engañarnos, creer en Dios y en el diablo pero este mundo no esta creado por fuerzas metafísicas. No es Dios quien nos perdona los pecados, ni Satanás quien roba, viola o mata. Somos nosotros, solo nosotros. Estoy limpio de cualquier culpa o remordimiento. Yo tengo el conocimiento que te asusta, ese que escondes en lo más profundo de tu mente, soy puro instinto, más animal que humano , más hombre que todos vosotros. Entre en el fuego, respiré el humo de vuestras ilusiones y cuando salí, renací, libre para seguir mi propio camino en este mundo sin moral. Más allá de vuestro mal y vuestro bien, completo. Resurgí como Rorsharch.



Extraído del diario de Walter Joseph Kovacs Alias Rorscharch

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Qué es un rey para ti?


Mi nombre es Victor Karkhoof, al igual que nuestro amado señor pertenezco a la etnia arlija del orgulloso pueblo gitano. Tengo 9 años y puedo decir con jactancia que la tierra que me ha visto nacer es la joya de centroeuropa, Latveria.
Latveria es un pequeño país situado en los Balcanes. Durante su historia Latveria se vio sacudida por las grandes potencias, sometidas a vaivenes y asegurando su independencia a duras penas. Hasta que llegó ÉL. Y nos hizo fuertes y temidos por las otras naciones. Ahora nuestra bandera luce orgullosa en los Cárpatos. Tierra de leyendas y mitos ÉL se convirtió en el más grande. A la altura de un Julio Cesar o de un Alejandro Magno. Recogió las cenizas de un pueblo anclado en la Edad Media y lo transformó en una nación llena de futuro, ambición y esperanza. Ahora no hay rincón en todo el mundo en el que no se tema a nuestros ejércitos y su nombre sólo sea pronunciado en susurros. ÉL nuestro bienhechor, un monstruo para el mundo, un héroe para su pueblo. Victor Von Doom es nuestro rey. Monarca soberano de Latveria, no por gracia de Dios, como los otros monarcas del planeta, sino por su propia fuerza y poder.
ÉL, como yo, nació pobre en una comunidad gitana de la misma etnia que yo. Hijo de Cynthia Von Doom y Werner Von Doom pronto nuestro amo supo una premisa que ahora los niños aprendemos nada más entrar en el colegio “Los poderosos prevalecen, y los débiles son las victimas de los poderosos”, así reza nuestro himno nacional. A la edad que yo tengo perdió a sus padres, primero a su madre, la cual una gran hechicera vendió su alma al diablo para poder hacerse fuerte y luchar contra el usurpador del trono, el Barón. Este la mató dejando a nuestro Amo al cuidado de su padre pero solo dos años después este fue asesinado por los hombres del Barón. Huérfano vagó por los valles de nuestra patria. Pronto se convirtió en el guía de su clan y aprendió otra lección que estudiamos desde pequeños “El poder no nace con nosotros, se toma y se domina” y el busco el poder. Como nadie en la historia intento unir magia y ciencia. De esa manera en su mente bullían algoritmos matemáticos junto a hechizos ancestrales. Tal fue su fama que el gigante del Oeste vino para llevárselo, creyendo que se puede parar a una fuerza de la naturaleza intentaron domesticar su genio para sus propósitos. En tierra extranjera conoció el veneno de la envidia. Un veneno ponzoñoso y traicionero. Reed Richards compartió con nuestro amado líder la senda de la búsqueda del saber. Pero nuestro Monarca quería el poder para salvar el alma atormentada de su madre atrapada en una dimensión demoníaca. Los dioses bendigan a la madre de nuestro señor que se entrego para el bien de su pueblo. Nuestro por aquel entonces joven amo utilizando su incomparable genio construyo una maquina que le permitiría viajar a esa dimensión y rescatar el alma de su madre. Pero el inefable Reed Richards llevado por la envidia saboteo el experimento. Dejando el rostro de nuestro soberano marcado para siempre. Maldito sea él y toda su extirpe. Que su corazón se llene con las mismas cicatrices que desde ese día surcan la cara de nuestro Monarca. Una cara que oculta tras la regia mascara de su armadura. Nunca hemos visto el rostro de nuestro señor, pero por muy horrendo que fuera nosotros lo querríamos igual. Ya que en su pecho late un corazón para y por su pueblo. Y fue ese amor el que después de un viaje al tibet donde consiguió poder más allá de lo humano regreso a nosotros. Borro al usurpador y tuvo lo que por derecho era suyo. El trono de Latveria. Bendito día en el que nuestro Amo asomo su majestuosa figura por entre las almenas del castillo y proclamo al mundo que nuestro país jamás sería más invadido y que desde ahora seriamos conquistadores no conquistados.
Desde allende de nuestras fronteras es visto como un villano y los autodenominados héroes han luchado contra ÉL en innumerables veces creyendo estar haciendo lo correcto. Pero si supieran como vivimos bajo su liderazgo más de uno cambiaría de opinión. El sólo busca el poder para cambiar el mundo a su imagen y semejanza. Conquistar el mundo y rehacerlo, como ya hicieron otros conquistadores anteriormente o la historia trata como villanos al Imperio Romano y su Pax Romana o a Alejandro Magno y su helenización de los países conquistados. La historia habla de esos imperios como modelos de cultura y pensamiento. Nuestro Monarca quiere lo mismo un mundo donde reine el orden, su orden el único orden que puede haber dentro del caos mundial.
Unir al mundo bajo su puño, un puño que golpea con fuerza pero que también sabe proteger.
Esta redacción que hoy escribo es parte de un concurso donde debo hablar de lo que significa para mí mi Rey. Mi Rey es Victor Von Doom el me proporciona todo lo que necesito, alimentos, un hogar, seguridad, una educación que me asegure un futuro. Y que me pide ÉL. Sólo que le sea fiel y me mantenga en el orden establecido, su orden. Desde las otras grandes potencias les acusan de faltar a los derechos humanos, de ser un déspota y un dictador. Pero viendo las noticias y el estado del mundo doy gracias por haber nacido en Latveria donde no existen paro, ni drogas, ni crimen nada que pueda alterar nuestra felicidad. Si eso es a lo que los extranjeros llaman libertad que se la queden. Mi Rey vela por mí, como veló por mis padres y por mis abuelos. Entre poner mi destino en manos de unos burócratas alimentados en los desechos de la Democracia y dejarlo en el enguantado puño del Amo no hace falta que conteste.
Nuestro Monarca Victor Von Doom reparte justicia personalmente desde su trono y sus decisiones son tan justas que no hay posibilidad de réplica. Justicia es sentirse libre para ser feliz y yo soy feliz. Y aunque las palabras se me amontonan tengo que hacer un esfuerzo para ordenarlas en esta cuartilla.
Si desde las demás naciones vieran nuestra vida como es, no como se la venden seguro que las llamas de la revolución se avivarían y pedirían a gritos que Victor Von Doom viniera para gobernarlas. Si supieran como es nuestro Señor lucharían para que fuera su Rey. Y a eso es a lo que en realidad les tiene miedo los gobernantes de los demás países que los habitantes del planeta sean verdaderamente libres como para elegir a nuestro Amo como su Rey. El Rey de todos. Mi Rey.
Han sido muchos los que han luchado contra ÉL los Cuatro Fantásticos, Spiderman, Los Vengadores. Han sido vistos por los demás como héroes pero mi héroe es mi Rey. El ha luchado por nosotros. Por mi, para que yo pueda vivir en un mundo mejor.
Esta redacción tenía que servir para deciros que es para mi el Rey, para mi el Rey es mi Héroe. Yo de mayor quiero ser como Victor Von Doom mi Rey mi Héroe.

sábado, 7 de agosto de 2010

Polvo de Estrellas


Las máquinas siguen insuflando vida en este ciclópeo cuerpo hecho de cilicio y carbono. Y yo camino por sus viejas arterias. Hace años esta era la estación orbital más importante de la galaxia. Todas las rutas espaciales confluían en su espaciopuerto. Grandes cruceros Imperiales, Navíos de la Federación de Planetas unidos, fragatas kinglons, grandes estrellas de combate, naves de la Cofradía Espacial rezumando a Especia.. Todas esas razas se encontraban aquí. Igual que los animales salvajes acuden a los abrevaderos, existiendo un acuerdo tácito de no agresión, así las raza más antiguas y poderosas del universo estacionaban aquí.
Entre las gruesas láminas de acero galvanizado de este lugar se ha escrito la historia del universo, razas han desaparecido, imperios han caído, reinos galácticos han surgido de planetas yermos, pueblos han librado épicas batallas en el negro azabache del espacio.
¿Qué habrá sido de la poderosa orden de los Jedi? ¿De los lógicos y fríos Vulcanianos? ¿De los sanguinarios Aliens? De tantos y tantos... Han desaparecido como los Krell de Altair 4.
Yo que he vivido tanto y he visto tanto sigo asombrándome de esos débiles humanos, tan limitados por su pobre constitución es increíbles como se extendieron por todo el cosmos.
Desde sus primeros e inseguros pasos en su afán de descubrir los secretos que se escondían en Júpiter, pasando por una colonización de planetas que le llevó a conocer otros seres; unos terribles y sanguinarios que amenazaban su existencia, otros más allá de su conocimiento, como los Monstruos del It del Doctor Morbius, Hasta su inclusión por propio derecho entre la Federación de Planetas unidos.
Durante siglos he visto como el hombre se perdía entre las estrellas y como se sentía insignificante ante la inmensidad. Paranoicos como los astronautas de la nave Dark star, solitarios como el botánico Freeman Lowell cuya única compañía eran la de sus robots y la de sus amadas plantas. Visionarios como David Bowman, supervivientes como Ellen Ripley. Todos ellos vagaron por las estrellas, tan pequeños, tan grandes, tan únicos.
Esos seres han esparcido su semilla a veces de una forma pacífica otras veces a sangre y fuego.
El universo ha visto tanta sangre, tanta guerra , tanta muerte que hasta sus límites infinitos casi no pueden albergar los cadáveres.
Y todas las guerras tienen a sus héroes, durante miles de años sus nombres han quedado en la memoria, Luke Skywalker guardián de los secretos de la orden de los Jedis y su inseparable Hans Solo, el Capitán James T. Kirk, el mejor de los pilotos de Vipers coloniales de la confederación intergaláctica Apolo, Moabdil el que fuera conocido por Paul Atreides de la casa de Atreides, Flash Gordon el campeón de Mongo. Todos ellos arderán en la memoria el mismo tiempo que las estrellas en el cielo.
Sin embargo los tiempos para la épica han desaparecido, el espacio ha quedado vacío los rayos de taquiones , los lasers o los torpedos de fotónes no brillan en la oscuridad del vacío. Qué fueron de todas esos navíos estelares, qué oscuro poder los borro de la faz del universo. No fue la victoria del mal, porque ellos también se han evaporado, nadie sabe donde se hallan el oscuro Dark Vader o el malvado Ming o el Conde Baltar.
Grandes nombres que han pasado a la historia al mando de navíos no menos famosos: El rápido Halcón Milenario, la grácil NCC-1701 USS Enterprise la formidable estrella de combate Galactica, el crucero estelar de la unión de planetas C-57D, La monumental Nostromo todas estas naves han atracado en la estación orbital, esta estación también es parte de la épica, pero por qué no se ha registrado en los libros de historia.
Aún recuerdo cuando los grandes motores brillaban como alfileres de luz. Cuando el rugido silencioso de las astronaves cruzaba el vació. Cuando el hiperespacio era un lugar tan transitado como una carretera convencional.
Ahora, la nada, el vació, la soledad.
Ni siquiera los mundos se han librado de la maldición, baldíos están Naboo, Arrakis, Rigel 12, las doce colonias de Kobol, Mongo incluso el océano sintiente de Solaris se ha secado ...
Desde el puesto de mando de la estación orbital envío mensajes en todos los idiomas conocidos y en todas las frecuencias pero el silencio es la única respuesta que obtengo. Ninguna forma de vida ha sobrevivido a la extinción.
Sólo he quedado yo para recordar el pasado, como el V`Ger he intentado condensar todo el saber, pero son demasiados datos demasiado conocimiento para una sola mente.
Miro las estrellas sin ver una luz dentro de mi oscuridad. Quiero compartir con alguien mi carga, mi añoranza de aquellos tiempos combatir mi soledad. Quiero gritar al espacio, ¿Por qué se fueron todos? ¿Dónde están? ¿Volverán algún día?
El esfuerzo es inútil ninguna pregunta es respondida. Aunque comienzo a sospechar las respuestas.
Todos deben de estar ahí, esperando, preparando su vuelta, algún día regresarán. Cuando estemos de nuevo preparados, cuando seamos de nuevo capaces de soñar. Cuando nuestra imaginación sea capaz de nuevo de viajar por las estrellas. Cuando el espacio no sea la última frontera. Cuando la puerta de Tannhäuser vuelva a brillar, volverán y yo estaré esperándoles.
El tiempo no es problema. Soy un eternauta en la marejada atemporal de un universo de celuloide.

miércoles, 23 de junio de 2010

La Odisea de la Metamorfosis III


Hoy os presento la última parte de La Odisea de la Metamorfosis. Esta entrega comienza donde dejamos a Vanth Dreadstar en la primera parte.
Después de la destrucción de la Vía Lactea y su aterrizaje en la Galaxia Empírica, tras un viaje de cien mil años. Dreadstar en un ataque de rabia mata a Aknaton. Aunque en defensa del bueno de Vanth hay que decir que es el propio Aknaton, como último elemento de su plan maestro, quien provoca a Dreadstar y este cual toro de lidia entra al trapo y descarga toda su frustración y rabia en Aknaton. Por fin todo aquello que el destino había reservado para el Osiro ocurre. Como un designio más Aknaton muere y le revela a Dreadstar que en esta lejana Galaxia él encontraría su verdadero destino. Aknaton recibe a la muerte como una bendición, la única forma de librarse de tanta muerte y tanta culpa. Así se ve libre de su maldición. Un ser inmortal da la bienvenida a su propia muerte. Aknaton fue maldecido con su destino, un destino que cumplió hasta sus últimas consecuencias. Pero ese mismo destino es quien persigue a Dreadstar más allá del tiempo y del espacio. Aknaton descansa en paz pero la paz es un privilegio que no le está permitido a Vanth Dreadstar.
El destino es una constante en toda la historia, es una fuerza que persigue a nuestro protagonista, un héroe cuya misión no es una bendición sino una maldición. Cual Sísifo sus trabajos sólo sirven para que los dioses se rían de él y aumenten sus desgracias y penalidades.
Herido en cuerpo y alma Vanth vaga por los valles de Caldor su único deseo es que la muerte venga a buscarlo. Pero entonces el azar aparece de nuevo en escena.
El cuerpo agonizante de Vanth es encontrado por los únicos habitantes de Caldor. El pueblo gato, una pacifica raza de felinos antropomorfos resultados de un experimento fallido de crear un ejercito de supersoldados, que lo llevan a su aldea donde habita una Humana, una científica de la Instrumentalidad que investigaba las costumbre del pueblo Gato. Durante días la parca merodeó el cuerpo de Dreadstar pero después de días y noches de autentica agonía este se levanta como Lázaro de su tumba. Esa milagrosa cura hace sospechar a Delilah que Vanth no es un hombre ordinario.
Pronto Delilah le pone al día de los hechos que azotan la Galaxia Empírica. De cómo la guerra se esparce por los sistemas solares dejando tras de si un reguero de muerte y destrucción. Dos superpotencias. La Monarquía basada en el poder del Rey Nellor que extiende su dominio por la mitad de la galaxia y la iglesia de la Instrumentalidad. Una orden místico religiosa que domina la otra mitad de la galaxia. Esta formula de poder político religioso esta basado en el status que imperaba durante el renacimiento en la Europa de las luchas entre los reyes y los papas. Un conflicto que ha sido mantenido durante siglos y que ha convertido a esta guerra en la base de una economía que es la que sostiene a ambos regímenes. Si la guerra acabara los dos imperios se derrumbarían.
Pero Vanth hace oídos sordos a esa guerra, el ya ha visto demasiada sangre. Por fin el héroe encuentra su remanso de paz. En la vida simple de un simple agricultor Dreadstar encuentra su felicidad. Le da la espalda a los grandes conflictos. Desatiende su misión mesiánica para abrazar la simple vida de un granjero. Enamorado de Delilah vive años de felicidad.
Pero qué ocurre cuando miras a las alturas en una noche estrellada. Que puedes ver una estrella fugaz cruzar el cielo. Y eso es lo que vio Dreadstar, la luminosa estela de una nave espacial.
Sorprendido siguió el rastro de la astronave. Para descubrir quien conducía el bajel interestelar. Syzygy Darklock. El renegado obispo de la Instrumentalidad.
Allí Syzygy se convierte en el mentor de Dreadstar, de nuevo Vanth une su sino a un mago, tal y como hizo con Aknaton. Syzygy intenta que Vanth Dreadstar tome el manto del elegido aquel que acabará con la guerra entre las dos superpotencias.
Aunque Vanth queda fascinado por los conocimientos de Darklock, aunque desconfía de él con los anteriores precedentes que tuvo con la magia.
De nuevo la sombra de las Guerras de las Galaxias es alargada. Vant y Syzygy guardan muchas semejanzas entre Obi Wan Kenobi y Luke Skywalker. Y cmo vosotros mismos habréis supuesto también vemos que se completa la dualidad Artúrica de mago y caballero. Arturo y Merlín Vs Dreadstars y Darklok.
Pero Dreadstar no puede huir de lo que es y la muerte lo persigue se esconda donde se esconda. La Monarquía ataca Caldor y mata a todos los que encuentran incluido a Delilah. Y ya lo siguiente os lo podéis imaginar. La típica venganza lleva a Dreadstar a cumplir con los deseos de Darklock y acabar con la cruenta guerra.
Esta vez Dreadstar no se erige en el heraldo de la muerte, sino en el de la esperanza. Con una hábil maniobra acaba con el rey Nellor y hace que suba al trono el sobrino de este. Un hombre de paja que hace aquello que le manda quien mueve en las sombras las cuerdas, Vant Dreadstar.
Las fuerzas de La Monarquía se atrincheran en fortalezas espaciales con tal potencia de fuego que cualquier ataque es inútil. Esta táctica que utiliza La Monarquía ya fue utilizada por Francia en la línea Maginot durante la segunda guerra mundial. De esta forma la guerra llega a una pausa.
Aquí es donde acaba la Odisea de la Metamorfosis y comienza la serie de Dreadstar Co. una serie que nos explica el desenlace entre la lucha de Dreadstar y el Alto Señor Papal.
Una serie que tiene sus altibajos, aunque sus altos son comics de gran calidad a destacar los números dedicados al Origen del Alto Señor Papal y el otro dedicado al personaje de Sauce la telépata cibernética que se convierte en miembro del grupo que reúne Dreadstar para cumplir su misión.
Espero que estos artículos os animen a leer esta obra maestra del Gran Jim Starlin.
Una saga épica de las de antes.